Es una de las secuencias más famosas de la historia, fácilmente una de las más aterradoras y memorables de la historia del género. Desconcertante, única, hipnótica aún hoy, todos sus secretos son expuestos en una excelente entrega de Art of the Scene en la que no solo se analiza al bicho en cuestión, sino partes fundamentales de Alien y que dan prestancia y billo a esta secuencia, como los diseños de Ronald Shusett que hasta hace poco pasaban desapercibidos y que el videojuego Alien: Isolation ha puesto gozosamente en primer plano. El chestbuster es una criatura que es mal puro, como sus hermanos mayores, pero con el rollo morboso y malsano que tiene su proceso de nacimiento, resume todo lo que nos gusta y aterroriza de la creación de H.R. Giger. Es que estaríamos todo el santo día viendo en bucle este parto antinatura.